LA MATANZA DEL CABANIL

Mas del Cabanil, La Pobla

El cuatro de febrero de 1949, ha nevado. Un grupo de tres guerrilleros, Juan Francisco Molina «Cristino»,  Ventura Alvarez Lombardero «Ventura» y Eduardo Hernandez «Tio Pito», han decidido refugiarse en el Mas del Cabanil (La Pobla de Benifassar)  y para guardecerse del frio intenso han encendido un fuego. Estaban alli pues habian ido a por la harina que estaba escondida en un deposito allí cercano.

A las 17 h. 30′ uno de los tres destacamentos de la Guardia Civil que estaban buscando al «Cedacero», comandado por el Teniente Mangas vio el humo que salia por la chimenea y creyendo que en el interior se escondia dicho fugitivo tomaron posiciones alrededor de la edificación. Este grupo, al margen de los guardias civiles y su teniente, estaba engrosado por dos somatenes: Martí d’Herbeset y Valeriano, del Mas de Nielles, del que se refiere «Teresot» como un somatén de Torre Miró ya que era hijo de esta masia y que habia heredado de sus padres el Mas de Nielles, y tambien por  «Rodolfo» tambien llamado «Manolete», es decir Manuel Torres Camallonga, un maquis que   pasó a ser confidente a raiz de su entrega el año anterior en el Mas de Guimerà de Portell de Morella, autor de numerosas delaciones por toda la comarca y que iba vestido de guardia civil.

«Manolete» llamó a la puerta y recibió un tiro mortal en la cabeza. En ese momento empezó un asedio que duraria tres dias, movilizando a mas de 90 guarcias y a tres tenientes: Mangas , Torres y Baraces. Varias fueron las tentativas infructuosas de romper el cerco por parte de los guerrilleros  pero fueron repelidas mediante el uso de fuego de morteros, dinamita, bombas de mano, fusileria y el incendio del pajar. Desde las masias cercanas se podia oir el estruendo de dicho asedio. Todo acabó con la rendición de «Tio Pito», herido en un ojo (y que seria juzgado y  fusilado tiempo después ) y el supuesto suicidio de «Cristino». Posteriormente, el dia seis, fue localizado y rematado «Ventura» que se habia refugiado en la cisterna y estaba malherido. Aun hoy en dia se aprecian las huellas de los disparos.

Los cadaveres fueron llevado en caballeria por el propietario de la Caseta dels bous hasta dicho mas y desde allí el joven J.R. Segura «lo Monjo» seria el encargado de llevarlos en carro hasta el cementerio de La Pobla de Benifassà, donde  se puede visitar su tumba.

Estos hechos tuvieron graves consecuencias por la represión que les siguió, en especial para el dueño del Cabanil. Pero esto ya es tema para otra entrada.

 

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